Gracias a una gestión eficiente los apoyos socioeconómicos de alimentación se entregaron desde el primer día del segundo semestre académico de 2025, un logro que refleja la articulación entre la Vicerrectoría de Responsabilidad Social y Bienestar Universitario y Gestión de Tecnologías Informáticas y Sistemas de Información.
Esta articulación permitió superar los retos administrativos y tecnológicos que en semestres anteriores retrasaban la asignación de estos beneficios a los estudiantes.
Angélica López, del Observatorio Social, explicó que el principal cuello de botella se encontraba en la revisión manual de las solicitudes por parte de las trabajadoras sociales. “Cada caso se analizaba de manera individual, lo que generaba demoras considerables. Para superar esta dificultad, se incorporaron mejoras al sistema de apoyos socioeconómicos ya existente, evitando crear una nueva herramienta y aprovechando la infraestructura tecnológica de la universidad”.
Entre los principales avances se destacan la incorporación de un sistema automatizado de evaluación que califica las solicitudes según su nivel de vulnerabilidad, con base en una encuesta diseñada a partir del Sisbén IV. Además, se incluyó la opción de firma digital mediante la aceptación de términos y condiciones.
Esta es una apuesta incorporada en el proceso de fortalecimiento del Plan de Desarrollo Institucional PDI 2025-2028, a través de su Pilar de Gestión, Bienestar Institucional, Calidad de Vida e Inclusión en Contextos Universitarios.
Más eficiencia, más bienestar estudiantil
Gracias a la articulación de los equipos y la automatización del proceso, los bonos de alimentación pudieron entregarse desde el primer día de clases, del segundo semestre 2025. El sistema también se abrió antes del inicio de clases, lo que permitió a los estudiantes matriculados gestionar de forma anticipada sus solicitudes de apoyos socioeconómicos.
El impacto fue notable: más de 2.500 estudiantes recibieron apoyo alimentario, superando la cifra habitual de 1.600 beneficiarios, gracias al aprovechamiento de los recursos acumulados del semestre anterior. Esta vez, todos los estudiantes que cumplían con los requisitos lograron acceder al beneficio desde el inicio del semestre.
La automatización no solo permitió mayor oportunidad en la entrega, sino que liberó carga operativa al equipo de Promoción Social, facilitando un seguimiento más cercano para un efectivo consumo de los bonos y al uso adecuado del beneficio por parte de los estudiantes.
El éxito alcanzado con los bonos de alimentación se proyecta ahora como una experiencia modelo para otros tipos de apoyos, que aún requieren revisión personalizada. La meta de la Vicerrectoría de Responsabilidad Social y Bienestar Universitario es continuar fortaleciendo la articulación entre lo social, lo tecnológico y lo normativo, para que cada estudiante cuente con los apoyos que necesita, desde el primer día de su formación universitaria.
Te invitamos a ver el video con los testimonios de dos estudiantes que comparten qué representa para ellos el bono de alimentación: María Fernanda Millán, del programa de Química Industrial, y Luis Alejandro Gil Flórez, del programa de Tecnología en Desarrollo de Software. Dale click al siguiente enlace: https://youtube.com/shorts/lGBQnLIdx14?feature=share
Pie de fotos de los estudiantes:
María Fernanda Millán, programa de Química Industrial, beneficiaria del bono de alimentos
Luis Alejandro Gil Flórez, Tecnología en Desarrollo de Software, beneficiario del bono de alimentos






